Por Nathaly Campoblanco
Inteligencia y egoísmo, una combinación que podría definir
a los seres humanos y explicar su accionar. Tenemos la inteligencia suficiente
para crear, inventar y adaptarnos a los diversos cambios que se puedan presentar,
pero también tenemos una capacidad de destrucción inimaginable. Destrucción que
surge del egoísmo.
Es así como a lo largo de los
años cautivados por la belleza y majestuosidad de los tigres blancos, los cazadores furtivos dominados por la codicia
y el afán de dominarla, comenzaron a perseguirla hasta poseerla. Esta es la razón
por la cual más del 95% de estos animales han desaparecido.
Las razones de los cazadores furtivos son puro egoísmo,
los huesos, garras y uñas de tigre, se sacan porque se piensan que tienen
propiedades medicinales. Una gama de medicamentos tradicionales chinos utilizan
partes del cuerpo del tigre para hacer analgésicos, bálsamos, pomadas y otros
medicamentos.
Hoy solo existen cerca de 1.000 tigres blanco alrededor del
mundo, siendo más del 80% criados en cautiverio pues aun el egoísmo y la maldad
de los seres humanos no tiene fin. Pareciera que solo se sentirán satisfechos
hasta arruinar al último tigre blanco y
gozar de el como un trofeo a la inhumanidad.
Leave reply