Por Nathaly Campoblanco
Pasión. Es el sentimiento que inunda a la hinchada al
ver su equipo en la cancha. Todos se identifican con un equipo, lo alientan,
viven con sus 11 jugadores cada segundo del partido, sufren con ellos cada
derrota y también celebran cada triunfo. El fútbol a demás de ser un deporte,
se ha convertido en un referente simbólico y de regionalismo, el joven desde
temprana edad se familiariza con un equipo y aprende a tener sentido de
pertenecía, además el fútbol se ha convertido en una suerte de primera religión,
la pregunta radica en ¿desde cuándo la fiesta del fútbol se convirtió en la
fiesta de las barras bravas?
El concepto de “barra brava” se
emplea en América Latina para designar a aquellos grupos organizados dentro de
una hinchada que se caracterizan por producir diversos incidentes violentos
dentro y fuera del estadio. Incidentes
que lamentablemente inundan y que opacan la celebración del deporte que queda
en un segundo plano ante los actos de violencia que muchas veces acaban en
muerte. Una situación que como una bola
de nieve ha venido creciendo con el paso del tiempo y que hoy en día tristemente
las autoridades solo se quedan observando cómo continúa este mal en
crecimiento. Tantas muertes, tantas lagrimas, tanta injusticia que queda en
solo una noticia más. Solo me queda preguntarme ¿Qué no podría hacer un hincha por el
equipo de sus amores?
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