...O terremoto
Por Julissa ReyesPodría empezar esta entrada definiendo a un terremoto como: movimiento brusco de la Tierra y que las placas chocan acomodándose liberando una energía acumulada por años. Pero mi estilo no es expresarme con datos técnicos.
Para informarlos
empezaré enumerando los 3 terremotos más fuertes en Perú, dos son de fechas en
que no nacía, así que no puedo explayarme tanto:
1. 1970, 31 de
mayo: Un terremoto de 7,9 grados Richter tuvo lugar en
Áncash. Murieron 75.000 personas en Huaraz.
2. 1974, 3 de
octubre: Terremoto de 8,1 grados Richter en la costa
central de Perú
3. 2007, 15
agosto: Un sismo de 8 grados Richter asoló la costa sur
del Perú, causando 595 muertos, 318 desaparecidos y mil heridos. Pisco, Ica,
Chincha y Paracas fueron las ciudades más afectadas con 37.612 viviendas
destruidas.
Fuente www.eleconomistaamerica.pe
Cuando supe que tenía
que hablar sobre #terremotos me dije a mí misma: ¿Jul, qué puedes decir? Ni
siquiera sentiste el del 15 de Agosto del 2007, estaba regresando del colegio,
era turno tarde. Llegué a pensar que era día de la familia y todos salían a
abrazarse (era chibola, no me juzguen). Recuerdo que una señora paró la movilidad
gritando: ¡TERREMOTO, TERREMOTO! El chofer se paró cerca a un gran parque y en
cuanto se detuvo sentimos como se sacudía, pero tan solo fue por menos de dos
segundos, o sea, no sentimos casi nada.
No sé si fue buena
suerte no vivir ese temor, pero yo sentí que me perdí un momento que marcó a
todo el Perú. Al llegar a casa todos estaban asustados, preocupados, buscando cómo
comunicarse ya que todas las líneas cayeron. En fin, Lima estaba llena de
nervios y miedo. Pero lo peor, lo vivían en Pisco, Ica y Chincha.
Casi tres minutos a
una magnitud de 8.0 donde los pobladores de estas tres provincias vivían su
peor pesadilla, creyendo que es el fin del mundo, viendo como todo lo que los
rodeaba, ese lugar que los vio crecer, se caía a pedazos, como sus familiares
quedaban atrapados. Creo que lo más terrible para esas personas fue ir a
reconocer los cuerpos de sus seres queridos después de tratar de salvarlos de
donde estaban metidos.
Aún no sé qué es lo
que se debe sentir en un momento como el que ellos vivieron, a lo mucho he
sentido pequeños remesones, conocido como temblores y siempre pasa algo para
que los más fuertes no los sienta. Lo que sí sé es que ninguna ayuda es
suficiente para quien lo ha perdido todo en una catástrofe como esta. Casi 7
años y muchas familias en Pisco, Ica y Chincha siguen en pobreza desde este
terremoto del 15 de agosto.
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