POR NATHALY CAMPOBLANCO
En los últimos años todos los peruanos hemos estado
atentos y casi paranoicos con los terremotos. Tragedias como las que vivió,
nuestro país vecino, Chile nos hace reflexionar y darnos cuenta de lo frágil
que es el equilibro de la naturaleza, especialmente para los países que, por
cosas del destinos, nos encontramos en el temible cinturón de fuego. Pero
encontrarnos en esta posición no solo nos hace propensos a los terremotos,
existe una fuerza de la naturaleza que es igual o incluso más devastadora que
el terremoto y es el TSUNAMI.
El tsunami es una serie de
olas procedentes del océano que envía grandes oleadas de agua. La mayoría de
los tsunamis, aproximadamente un 80%, se producen en el Océano Pacífico, en el
Cinturón de Fuego, en un área geológicamente activa donde los movimientos
tectónicos hacen que los volcanes y terremotos sean habituales. Es por ello que
es muy común que después de un terremoto de grado 7 u 8 en la escala de Richter
se produzca un tsunami que continúe con la devastación de las costas.
Un claro ejemplo del poder
del mar es el caso de Japón, país que tras sufrir un terremoto, en el
2011 de 8,9 grados en la escala de Richter, horas después sufrió un devastador
Tsunami que destruyó por completo la Prefectura de Iwate, quedando bajo el agua
con olas de 10 metros que barrieron coches y edificios a medida que se
adentraban en tierra, dejando esta localidad completamente destruida he
inhabitable.
Perú siendo un país con
limite marítimo y al estar ubicado en el cinturón de fuego está en alerta
constante, es por ello que el gobierno invierte permanentemente en capacitación y
charlas a los vecinos del Callao y La Punta para que se encuentren informados y
sepan cómo actuar ante cualquier amenaza de TSUNAMI.
ALGUNAS RECOMENDACIONES:
1. Mantenga
la calma. No salga corriendo, evite el pánico. Si se presenta un sismo fuerte,
no espere la alerta, desplazarse de inmediato a un sitio alto, puede que
después del sismo venda el tsunami.
2. Active su plan de
emergencia, siga las rutas de evacuación previamente establecidas.
3. Utilice la radio de
pilas para enterarse de la situación y seguir las recomendaciones de los
organismos de socorro. Esté atento al sistema de alerta establecido
previamente. Pero no se confíe de éste para evacuar, puede que falle por un
sismo previo, recuerde las señales de alerta y evacue.
4. Si se da la orden de
evacuar, camine rápido no corra, lleve consigo el equipo de emergencia.
5. Permanezca con su
familia en un lugar seguro y cumpla con las instrucciones de los organismos de
socorro.
6. Aléjese de la playa y de las costas, diríjase a los
sitios altos.